Las principales civilizaciones del Nuevo Mundo (los Olmecas, los Mayas, los Aztecas y los Incas en Mesoamérica y Sudamérica, y los pueblos Anazasi, Hopi y Mogollón en Norteamérica) practicaban el chamanismo y usaban plantas psicoactivas. Lo que comenzó como un simple chamanismo en aldeas se tornó violento a medida que se desarrollaron civilizaciones urbanas mas complejas. Se requería una mayor teatralidad para mantener la sumisión de la gente y es aquí donde se introduce el sacrificio y el derramamiento de sangre. Esta práctica prosperó debido a que durante las catástrofes naturales comunes en el Nuevo Mundo, la gente resultaba herida, moría o desaparacía, lo cual condujo a la creencia de que los dioses necesitaban seres humanos y sangre para sobrevivir.
Sacrificio humano en una ceremonia azteca |
En la religión azteca, por ejemplo, era necesario sacrificar personas para alimentar al sol, que nacía cada día y moría cada noche. Ello conllevó a esta civilización a librar guerras en las que el objetivo no era matar a sus enemigos, sino capturarlos para sacrificarlos mas tarde. Esta violencia religiosa organizada por las civilizaciones del Nuevo Mundo se incrementó con el tiempo, puesto que cuando se rinde culto a la fertilidad, los ciclos de la naturaleza aseguran que dicho culto, tarde o temprano da resultado. Pero la naturaleza de los eventos climatológicos propios del Nuevo Mundo implican también la falta de un ritmo por lo que frecuentemente la adoración de la fertilidad no arrojaba los resultados esperados, obligando a redoblar esfuerzos para "convencer" a los dioses. Es por esto, que los sacrificios aztecas se tornaron mas terribles. En contraste, los sacrificios humanos desaparecieron en el Viejo Mundo, siendo reemplazados por sacrificios animales. Esto ocurrió con el desarrollo de la religión monoteísta, cuyo Dios, al ser abstracto y carecer de cualidades humanas, no requería de sangre para su sustento.
Esta constituyó, por si misma, una profunda diferencia ideológica entre los dos hemisferios debido a que, como apuntan los académicos, el Dios monoteísta cristiano, cuya naturaleza puede ser descubierta a través del estudio, impulsó la investigación que ha conllevado a la Humanidad por el camino de la ciencia y el progreso. Esto explica finalmente por qué fue Cristóbal Colón quien navegó hacia el oeste para "descubrir" el Nuevo Mundo mientras que Moctezuma navegó hacia el este para "descubrir" África y/o Eurasia.
- Fuente: BBC History Magazine - Febrero, 2012
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